EL SECRETO DEL REPOSO CELESTIAL
DESCUBRA LECCIÓN 9
Al seguir el ejemplo que Cristo nos dejó seremos felices. Debemos hacer un cambio en nuestro estilo de vida, tanto al guardar el sábado como cuidar nuestros cuerpos y salud, de esto aprenderemos en la próxima lección. Te felicitamos al tomar estas decisiones tan importantes, es precisamente lo que debemos hacer para estar listos para el glorioso regreso de nuestro Creador.
Hace pocos años los sociólogos predijeron que muy pronto tendríamos tanto tiempo libre que no sabríamos que hacer con el. Gracias a las computadoras y la red social estamos más ocupados que nunca antes. Un estudio en una pequeña comunidad de Estados Unidos mostró que el tiempo promedio que los padres están con sus hijos en un día era 37 segundos. Las familias no tienen tiempo y están desconectadas. ¿Cómo podemos correr menos para volver a estar en contacto otra vez?
EL REMEDIO PARA LA ALTA TENSIÓN DE LA VIDA MODERNA
Jesús comprende el problema de las familias que viven bajo estrés y desea que entendamos que el reposo espiritual es parte esencial de la vida:
VENID A Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar (Mateo 11:28-29).
UN VÍNCULO DIARIO CON JESÚS
Si queremos vivir la vida serena y segura que Jesús vivió, tenemos que depender en forma constante de Jesús, dejar que su Palabra y su Espíritu nos llenen y modelen nuestra vida. La mejor manera de enfrentar las fuerzas que nos atacan como individuos y nos separan como familias, es pasar más tiempo con Cristo. Él nos dice:
PERMANECED EN MÍ, y yo en vosotros…PORQUE SEPARADOS DE MÍ NADA PODÉIS HACER (Juan 6:57).
Una de las mayores necesidades de nuestros días es conectamos con los recursos espirituales disponibles por medio de una relación diaria con Jesús: la oración y el estudio de la Biblia. La obra de Cristo fue perfeccionada en la cruz. El auténtico descanso y la verdadera seguridad sólo pueden existir porque Cristo, al morír, pudo exclamar:
Consumado es (Juan 19:30). En otras palabras; su obra redentora fue completada. Pero ahora,…[Cristo] se presentó UNA VEZ PARA SIEMPRE por el sacrificio de sí mismo PARA QUITAR DE EN MEDIO EL PECADO (Hebreos 9:26).
UN VÍNCULO SEMANAL CON JESÚS
Después que Cristo creó el mundo en seis días (Colosenses 1:16-17), proveyó el descanso cada sábado, como una oportunidad para que cultivemos nuestra relación con él.
Jesús, el Creador, “descansó” el primer sábado con Adán y Eva, y “bendijo” ese día y “lo santificó”. Dios estableció el ciclo semanal de siete días no para su propio beneficio, sino para Adán y Eva–y para nosotros hoy–Jesús colocó el mandamiento del descanso sabático en el centro de los Diez Mandamientos. El cuarto mandamiento dice así:
Dios estableció el sábado como un día para “recordar” al Señor que “hizo los cielos y la tierra”. El descanso semanal nos vincula con el Creador que bendijo ese día y lo puso aparte. Cuando Jesús vivió en la tierra aprovechaba toda oportunidad para cultivar su unión con el Padre. Se benefició del descanso sabático adorando en sábado, como el evangelista Lucas nos dice:
Cuando Jesús puso a un lado las restricciones legales que los judíos habían colocado sobre el sábado (Mateo 12:1-12), el señaló que Dios había hecho el sábado para el beneficio de la humanidad:
Jesús destacó la importancia del sábado aún en su muerte. Él murió viernes, el día de preparación, y estaba para comenzar el día de reposo (Lucas 23:54). En el momento que declaró al morir Consumado es, su obra como sustituto por la raza humana estaba terminada (Juan 19:30; 4:34; 5:30). Entonces, para celebrar la terminación de su misión, descansó en la tumba. Y hablándoles de la destrucción de Jerusalén que ocurrió cuarenta años después de su muerte, les exhortó:
El amado apóstol Juan mantuvo este vínculo semanal con Cristo cada sábado. En sus últimos años escribió:
Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor (Apocalipsis 1:10). Jesús declaró que el sábado es el día del Señor…porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo (Mateo 12:8). Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago permanecerán delante de mí, DICE JEHOVÁ, así…de sábado en sábado vendrán todos a adorar delante de mí, DIJO JEHOVÁ (Isaías 66:22,23).
LOS BENEFICIOS DEL DESCANSO EN SÁBADO
Dios presenta el sábado como una mejor manera de disfrutar de la vida, aquí y ahora. Veamos algunos de sus beneficios:
A. El sábado es un recordativo de la creación. ¿Cuándo fue la última vez que tú o tu familia dedicaron tiempo a dar un paseo por un bosque tranquilo o junto a un arroyo? El sábado nos proporciona tiempo para estar con Jesús y captar de nuevo las bellezas que él creó.
B. En el sábado experimentamos el gozo de la adoración y del compañerismo con otros cristianos. El sábado nos proporciona momentos especiales para reunimos como iglesia y recargar nuestras baterías espirituales.
C. El sábado provee ocasiones para actos de bondad ¿Se enfermó un vecino tuyo y no tuviste tiempo para visitarlo durante la semana? Hazlo el sábado. Jesús aconsejó: Es lícito hacer el bien en los días de reposo (Mateo 12:12).
D. El sábado es un día para fortalecer los vínculos familiares. Cuando Cristo ordenó no hagas en él [sábado] obra alguna (Éxodo 20:10), no podía haberle dado un mejor consejo a los padres super ocupados y a las madres demasiado preocupadas. El sábado es el día cuando reemplazamos la presión por la oración, el trabajo por la risa, las ocupaciones por la tranquila reflexión.
E. El sábado es el día cuando Jesús se acerca en forma especial a sus hijos. Dedicar un día entero al Señor cada semana es la mejor manera de que nuestra relación con él, mantenga una frescura inspiradora.
UN ANTICIPO DEL REPOSO CELESTIAL
Podemos resumir los beneficios de nuestro encuentro diario y semanal con Jesús en una sola palabra: descanso. La palabra “sábado” deriva de una palabra hebrea que significa “descanso”, por lo tanto, es natural que las Escrituras llamen al séptimo día de reposo (Levítico 23:3).
El testimonio de los que han experimentado el descanso de la salvación y el descanso sabático, es universal: “Si entras en el descanso por una conexión diaria y semanal con él, descubrirás el gozo más grande de su vida.
¿Te gustaría dar gracias a Dios por su don del descanso? ¿Te gustaría agradecerle por la promesa del descanso de la salvación cada día para enfrentar los desafíos de la vida, y por la promesa del descanso sabático cada semana que cimienta tu relación con él? Si no lo has hecho hasta ahora, ¿te gustaría aceptar la salvación que Jesús ofrece? ¿Te gustaría decirle que deseas guardar el sábado cada semana? Te gustaría decirle “¡Sí, Señor, yo deseo encontrar deleite en el día que tú estableciste”? ¿Por qué no hacer ahora mismo ese compromiso con él?
PARA MEDITAR:
Esta guía de DESCUBRA, ¿te ha ayudado a conocer la verdad bíblica sobre el sábado?
¿Deseas que Cristo esculpa su santa ley en tu corazón de carne?