Los Sabios de Oriente

 

Amables lectores, en diciembre del año pasado les escribí por motivo de las fiestas navideñas y hoy, aunque parezca increíble, mientras festejamos la navidad del año 2016, les escribo de nuevo. El término navidad es de origen latino y quiere decir nacimiento. La fiesta se celebra como una remembranza del nacimiento de Jesús; la llegada de Dios a nuestro mundo.

Más de veinticinco profecías registradas en la biblia presagiaban que Dios moraría con los hombres. En Isaías 7: 14 el profeta lo llamó “Emmanuel” palabra que el Evangelista Mateo tradujo como “Dios con nosotros”. Mateo 1:23. La profecía en Miqueas 5:2 enunciaba que el mesías nacería en Belén y así lo confirmaron al rey Herodes los sacerdotes y escribas judíos. Mateo 2: 4 – 6. El profeta Isaías afirmó también que el salvador prometido nacería de una virgen y no hay que esperar por la época navideña para saber que la madre de Jesús fue la virgen María.

Millones de personas en el mundo celebran esta fiesta hoy, sin embargo cuando ocurrió por primera vez, unos pocos pastores de Belén fueron los primeros en celebrarla. Luego, meses después, los sabios de Oriente arribaron a Jerusalén con la esperanza de disfrutar de la natividad, pero quedaron chasqueados al enterarse de que todos en la ciudad estaban ajenos al grandioso acontecimiento. Cuando preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle; la gente, totalmente perturbada, no respondió una sola palabra pues desconocía lo que había sucedido. Hasta el rey Herodes se turbó. De inmediato platicó con los líderes religiosos quienes le informaron que el Cristo nacería en Belén de Judea. Después invitó a los sabios a su palacio. En su corazón se desataba una tormenta espantosa porque veía que los guías espirituales conocían muy bien las profecías alusivas al mesías, pero reaccionaban desinteresados e indiferentes; lo que provocó que el rey pensara, que su reinado se precipitaba hacia un abismo ineludible. A pesar de todo, ocultó muy bien su estado de ánimo y hasta dijo a los sabios: “Id a Belén y preguntad con diligencia por el niño; y después que lo hallareis, hacédmelo saber para que yo también vaya y le adore”. Mateo 2: 8

Los sabios de Oriente salieron de Jerusalén y nadie se unió a ellos en la búsqueda del niño rey, ni siquiera un líder religioso, pero el relato bíblico afirma que la estrella que los condujo durante el largo viaje, reapareció y cuando ellos la vieron se regocijaron con muy grande gozo. Mateo 2: 10. Al llegar a Belén aquella noche, descubrieron que no había una escolta real para proteger al niño. La biblia no enseña que recibieron alguna instrucción relacionada a la pobreza de Jesús como la que el ángel compartió con los pastores. Sin embargo cuando entraron en la casa y vieron al niño se postraron, le adoraron y le regalaron oro, incienso y mirra. Así fue como comenzó la navidad; en medio de pobreza, celos e incredulidad, de indiferencia, odio y hasta muerte, pues Dios mostró a los sabios una ruta de regreso distinta a la que ellos habían precisado; lo que provocó la furia de Herodes ordenando la ejecución de todos los niños de Belén menores de dos años. Amigos y amigas esa fue la recepción del hijo de Dios cuando visitó nuestro mundo. Por eso estimo que Dios descartó la idea de que los hombres protegieran a Jesús de modo que determinó comisionar a los ángeles celestiales para que lo acompañaran en todo momento hasta que cumpliera su misión redentora aquí en la tierra.

Una de las lecciones que aprendemos al celebrar la navidad es que cuando Cristo vino por primera vez a este mundo muy pocas personas estaban esperándole. Todas las profecías relacionadas a la primera venida de Jesús se cumplieron al pie de la letra y lo mismo sucederá cuando Cristo regrese por segunda vez. Ruego a Dios que tu y yo, como los sabios de Oriente, procuremos al Señor diariamente de modo que estemos listos para recibir a Cristo cuando venga por segunda vez y en esta ocasión será en gloria y majestad.

Amables lectores, hace un poco más de dos mil años los ángeles cantaron en las colinas de Belén “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres” Lucas 2: 14. Es por eso que nosotros aquí en La Voz de la Esperanza, les deseamos una feliz navidad colmada de paz y muchas bendiciones del cielo, además de un próspero y venturoso año 2017.

Pastor Ángel Rodríguez Medina - Director de Evangelismo

 
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